El médico forense que practicó la autopsia al cuerpo de Lucas González, el adolescente asesinado por policías de la Ciudad en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas, afirmó hoy que la víctima recibió dos disparos, que el mortal fue realizado de “adelante hacia atrás” y que además presentaba una lesión en la mano derecha provocada “en vida” por un elemento “compatible” con la quemadura de un cigarrillo, al declarar como testigo en el juicio que se le sigue a 14 efectivos porteños que son juzgados por el crimen y el posterior encubrimiento del hecho.
“El cuerpo presentaba tres lesiones: dos producto de proyectiles de arma de fuego y una lesión compatible con una quemadura en una de sus manos”, declaró hoy el médico Alejandro Rullan Corna, forense de la morgue del Poder Judicial de la Nación.
El profesional, quien ejerce como forense desde 1988, indicó ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 las tres lesiones que observó en el cuerpo de González.
“La denominada ´Lesión 1´, el proyectil ingresa tres centímetros encima del pabellón auricular y siete centímetros por delante, eso corresponde a la región frontal del lado derecho”, describió mientras señalaba con su dedo índice en su cabeza la ubicación del impacto.
Según explicó, la trayectoria que realizó el proyectil fue de “adelante hacia atrás, de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo”.
“La segunda lesión está descripta como un surco que produjo una quemadura. No ha penetrado el proyectil y no provoca la muerte, sino que afecta piel y tejidos subcutáneos. No pude determinar la trayectoria”, agregó el forense, quien explicó que esa lesión fue producida por una segunda bala y que afectó la mejilla del lado derecho.
En cuanto a la “Lesión 3”, Rullan Corna la describió como “una lesión circular muy compatible con una quemadura”.
“La lesión es compatible con un objeto circular de 0,5 a 1 centímetro de diámetro. Fue en la mano derecha, en el primer espacio entre el dedo pulgar y el índice”, rescribió.
Si bien aclaró que no pudo determinar con qué elemento fue causada la herida, indicó que es compatible con el diámetro de un cigarrillo
Ante las consultas realizadas por el fiscal de juicio, Guillermo De la Fuente, y el abogado querellante, Gregorio Dalbón, el profesionar agregó: “Es una lesión cercana a la (data) muerte. Es una lesión vital, con el paciente vivo”.
Tras la declaración de Rullan Corna, declararon a través de la plataforma virtual Zoom el biólogo y especialista en huellas digitales Daniel Corach y el médico genetista Enzo Canónaco, quienes ratificaron que analizaron las pruebas de ADN extraídas a los 14 policías de la Ciudad imputados en la causa, tres por el crimen de Lucas y 11 por el encubrimiento del hecho y las torturas contra los tres amigos que lo acompañaban.
La quinta audiencia del juicio por el crimen de Lucas González continuaba con las declaraciones de un testigo y un perito de parte de la defensa de los policías porteños Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37).
El crimen del jugador de las divisiones inferiores de Barracas Central ocurrió el 17 de noviembre de 2021 cuando regresaba junto a tres amigos a bordo de un Volkswagen Suran y fue interceptado por un automóvil Nissan Tiida, abordado por tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
Por ese motivo, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos policiales les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.
Issasi, López y Nieva están siendo juzgados por el homicidio del adolescentes, mientras que otros 11 policías de la Ciudad, entre ellos comisarios y subcomisarios, están acusados del encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas las que fueron sometidos los otros chicos.
Fuente Télam