El Ministerio de Exteriores de Rusia anunció hoy que tendrán vedada la entrada al país otros 77 ciudadanos estadounidenses, entre los que se incluyen gobernadores y secretarios de Estado, así como cabezas visibles de empresas proveedoras de armamento a Ucrania, en respuesta a las sanciones personales que resolvió aplicar Washington.
“En respuesta a las ampliación continua por parte de Washington de la lista de los ciudadanos rusos sujetos a las sanciones personales, la entrada en la Federación de Rusia se cierra de forma permanente para 77 estadounidenses”, indica el comunicado recogido por la agencia de noticias Sputnik.
Esta nueva ronda de sanciones incluye también a algunos miembros de lo que Rusia considera como “la formación e implementación de un curso antirruso”, entre las que destaca Christine Pelosi, estratega política e hija de la expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi.
“Una vez más, para una mejor comprensión en Washington, enfatizados que cualquier acción hostil contra Rusia, incluido un desmantelamiento de la espiral de sanciones, será rechazada y golpeará como un bumerang en los propios Estados Unidos”, aseguró la cartera diplomática rusa, citada por Europa Press.
La ampliación de la lista de sanciones a funcionarios estadounidenses incluye a unos 30 gobernadores, siete secretarios de Estado para Oklahoma, Massachussetts, Nueva York, Virginia Occidental, Tennessee, Washington y Kansas, y el resto, representantes de empresas armamentísticas y organismos centrados en Moldavia o Bielorrusia.
Rusia sancionó hasta ahora a más de 1.300 estadounidenses por, supuestamente, promover un rumbo antirruso en el país y a nivel internacional.
Moscú arguye estar tomando “medidas espejo” a las aplicadas desde Washington y, por lo general, niega el permiso de acceso al país a los sancionados.
Ayer, el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció la aprobación de la venta de 18 sistemas de lanzamiento de cohetes Himars a Polonia, país miembro de la OTAN y fronterizo con Ucrania, por 10.000 millones de dólares, lo cual podrá concretarse luego de tener el visto bueno del Congreso.
El costo estimado de la venta es de 10.000 millones de dólares, informó la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA, en inglés) en un comunicado publicado en su página web.
El Departamento de Estado estadounidense aprobó esta “propuesta de venta militar extranjera” y la DSCA se lo notificó hoy al Congreso, que aún debe autorizar la transacción.
El anuncio de la venta de los lanzacohetes a Polonia se produce al cumplirse casi un año del comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, luego que el 24 de febrero pasado las tropas rusas invadieran territorio ucraniano.
En diciembre pasado el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, viajó a Washington, en su primer viaje al exterior desde el inicio de la guerra.
Allí fue recibido por el presidente Joe Biden, quien accedió a suministrarle misiles Patriot para contrarrestar ataques aéreos y de misiles rusos.
“Rusia cometería un grave error si pensara que alguien se cansaría de luchar contra el mal que trae”, tuiteó hoy el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmitro Kuleba, tras una llamada con su homólogo estadounidense Antony Bliken, “sobre la nueva ayuda militar”.
Los expertos coinciden en que Rusia prepara una ofensiva de gran envergadura para finales del invierno o inicios de primavera, con el objetivo de conquistar la totalidad del Donbass, que ahora ocupa parcialmente.
Fuente Télam