El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que el exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022) está totalmente involucrado en el asedio golpista perpetrado en enero de este año contra las sedes gubernamentales en Brasilia, se informó hoy.
“Creo que está altamente comprometido; cada día van apareciendo cosas, y cada día vamos a tener claro que había una perspectiva de golpe y que el expresidente estaba involucrado en ella hasta los dientes”, afirmó el líder del PT durante una conferencia de prensa desde la cumbre del G20, celebrada ayer en Nueva Delhi, India, donde Lula asumió la presidencia anual del bloque, informó el portal G1.
El fin de semana, la justicia brasileña aceptó el acuerdo de colaboración de uno de los asesores más próximos de Bolsonaro, el coronel Mauro Cid, que podría aportar valiosos detalles sobre los escándalos que rodean al expresidente.
Lula añadió que “el tiempo se encargará de dejar las cosas claras” y que Bolsonaro es responsable de buena parte de las cosas malas que ocurrieron en Brasil en los últimos tiempos, informó la agencia de noticias Sputnik.
Bolsonaro es investigado por varios frentes, aunque el más avanzado es el que le involucra en una trama para vender joyas y otros valiosos regalos recibidos por parte de Arabia Saudita, pero en que en realidad eran obsequios de Estado y deberían ir a un archivo público.
El expresidente es investigado por el desvío de joyas que son propiedad del gobierno de Brasil y que supuestamente puso a la venta en Estados Unidos para enriquecerse de forma ilícita en un operativo junto a militares.
En el operativo de las joyas recibidas por la Presidencia está vinculado Cid, a quien se encontraron en sus teléfonos celulares conversaciones sobre la planificación de un golpe de Estado, de financiación a los golpistas que pedían un ataque del Ejército para evitar la asunción de Lula y también comunicaciones sobre cómo convertir en dinero las joyas que pertenecen al Planalto.
Bolsonaro también está en el punto de mira de la Justicia por su posible instigación del movimiento que protagonizaron sus seguidores más radicales y que culminó con un intento de golpe de Estado el 8 de enero en Brasilia, días después de la asunción presidencial de Lula y donde tomaron los tres edificios gubernamentales: el Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial. Que es el movimiento en el que Da Silva lo considera “totalmente involucrado”.
Además, hace unos meses la Justicia electoral lo condenó por haber atacado la fiabilidad del sistema de voto durante las últimas elecciones, por lo que fue inhabilitado políticamente durante ocho años y no podrá presentarse a los comicios presidenciales de 2026.
Fuente Télam