Por Dra. Leisa Molinari (MN 116.628), dermatóloga especialista en cáncer de piel y cirugía micrográfica de Mohs. Fundadora del Centro Médico de la Piel. @dra.leisamolinari
Durante los últimos años se ha registrado un incremento en la incidencia del melanoma, enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de células malignas o cancerosas en los melanocitos, encargadas de producir el pigmento de la piel llamado melanina. Este cáncer de piel es frecuente y tiene la particularidad de invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Cancer Research UK ha llevado a cabo estudios en todo el mundo cuyos resultados son significativos. Uno de los más relevantes se refiere a los índices de mortalidad de esta enfermedad, las cuales se han triplicado en los últimos 40 años.
El aumento desde el año 1973 fue notablemente mayor en hombres, con un 219% frente a un 76%, lo que equivale a 1400 hombres y 980 mujeres al año. Ajustando por edad, los hombres tenían un 69 % más de probabilidades de morir a causa del melanoma que las mujeres.
En cuanto a la diferencia entre los sexos, la mortalidad por melanoma ha disminuido un 9% para las mujeres durante la última década sin cambios para los hombres. Las modificaciones evidenciadas han sido atribuidas a los hábitos de viaje desde la década de los 70″, cuando las vacaciones se volvieron más comunes y los destinos de sol eran más frecuentes.
Para entender los diagnósticos en etapas tardías en hombres, la investigación expone que la mayor mortalidad podría deberse a la alta probabilidad de un melanoma localizado en el torso, ya que a menudo se sacan la remera por el calor y la piel queda más expuesta en una zona difícil de detectar, por lo cual el diagnóstico es tardío.
Menos del 25 % de los hombres usa siempre protección solar, a pesar de que el 84% conoce los riesgos de cáncer de piel por quemaduras solares. Según una encuesta realizada por CRU y NIVEA en abril de 2022, las razones para no usarlo aluden a que el 25% de los hombres no creía que el sol fuera lo suficientemente fuerte, mientras que el 23% dijo que “realmente no pensó en eso”.
Otro artículo refirió que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer estima que 325.000 nuevos melanomas cutáneos se identificaron en el 2020. Lo más alarmante es que si las tendencias actuales continúan, la incidencia puede alcanzar un 50% de aumento en 2040, además del incremento de 70% en muertes por melanoma.
Como médica especialista en dermatología y con años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de condiciones de la piel, considero importante resaltar que la prevención y la concientización son fundamentales para cuidar la piel. Esto implica conocer que los rayos UVB y UVA generan efectos pocos deseados como manchas, flacidez, o cáncer de piel. Para esto, la fotoeducación es muy importante.
Para prevenir el daño solar y especialmente el cáncer de piel, hay que tener en cuenta que la radiación solar es más intensa entre las 10h y las 16h. Se debe utilizar protección solar a diario, especialmente en el rostro. También debemos evitar el bronceado, ya que no es saludable: es una respuesta tardía de la piel al sol y no brinda protección suficiente. Asimismo, es recomendable usar sombreros y gafas de sol.
Es importante mantener un control regular de nuestra piel con un especialista y realizar autoexámenes con frecuencia. Por ejemplo, debemos estar alerta a las lesiones que no cicatrizan en un período determinado.
Asimismo, se recomienda aplicar el ABCD de la piel a todas las lesiones, lo cual implica evaluar asimetría, bordes, variaciones en la coloración, diámetro y evolución de los lunares. Si no hay antecedentes personales de cáncer de piel, se recomienda una revisión al año.
La dermatoscopia digital, también conocida como skin map corporal, es un estudio de dermatoscopia con inteligencia artificial que permite fotografiar las lesiones con alta precisión diagnóstica, archivar las imágenes y compararlas en consultas posteriores. Es fundamental para la detección temprana de lesiones malignas.
El método es indoloro, no invasivo, rápido y preciso, cuyas funciones son: obtener imágenes de alta resolución, iluminación de calidad de estudio con modos no polarizados y polarización cruzada y capacidades de grabación de video con iluminación LED.
Los beneficios son: asistencia en el diagnóstico precoz de melanoma, control de lesiones cutáneas y seguimiento de lesiones a lo largo del tiempo.