El presidente de Kenia, William Ruto, asumió su “total responsabilidad” en la muerte de más de 200 personas en terrenos de una secta cristiana en el sur del país y prometió que las autoridades “llegarán al fondo del asunto” para esclarecer estos fallecimientos.
“Asumo la responsabilidad de que, como presidente, esto no tendría que haber pasado. La promesa que hago a los kenianos es que llegaremos al fondo del asunto”, señaló Ruto durante una conferencia de prensa con varios medios locales, según consignó la agencia de noticias DPA.
“Hemos asumido total responsabilidad”, agregó y lamentó que el líder de la secta, Paul Mackenzie y sus “cómplices” habían sido “arrestados y llevados ante los tribunales más de una vez y luego liberados, momento en el que vio la necesidad de continuar sus actividades criminales en nombre de la religión”.
En este sentido, Ruto señaló que “esta persona es un terrorista” y apuntó que “algunas personas responsables de este fallo por parte del Gobierno tendrán que rendir cuentas. Este tipo de cosas no debió haber ocurrido”.
Los principales líderes de la secta, encabezada por Mackenzie, instaron a los adeptos a practicar el ayuno hasta la muerte bajo la promesa de que se encontrarán con Jesucristo en una nueva vida, según agregó la DPA.
Más de un centenar de cuerpos, en su mayoría de niños, fueron descubiertos en abril en el bosque de Shakahola, al este de África.
Durante la conferencia, el presidente keniano también explicó que aún no ha visitado a los terrenos de la secta en Malindi debido a que el lugar “ha sido declarado como escena de un crimen”, a la vez que criticó que el ex primer ministro y actual líder opositor, Raila Odinga, haya acudido.
“¿En qué ayuda que vaya allí una figura política? ¿Es experto en seguridad? ¿Médico? ¿Va a exhumar cadáveres?”, se preguntó, según publicó el diario keniano ‘The Nation’.
Además, Ruto defendió la prohibición de acceso a los medios a estos terrenos en Shakahola y dijo que “lo que hay allí no es una escena sobre lo que informar”.
“¿Qué hay que esconder allí sobre tumbas y muertos? Si hubieran ido a Shakahola, ¿hubieran grabado las fosas y los cuerpos desintegrados para mostrarlos a los kenianos?”, cuestionó.
Por último, rechazó la posibilidad de imponer regulaciones a la iglesia y abogó por “tener una institución que se autorregula”.
“Queremos establecer, con los líderes religiosos, cómo podemos acordar un mecanismo que garantice que criminales y bandidos no se aprovechan de la religión y la fe para hacer daño”, indicó.
Según documentos judiciales, las autopsias realizadas a víctimas encontradas en el bosque de Shakahola revelaron la ausencia de algunos órganos, que se suman a los primeros resultados donde se establecieron las causas de fallecimientos por asfixia y hambre.
Fuente Télam