Los residentes de los geriátricos de la Ciudad de Buenos Aires podrán recibir la visita de sus mascotas y también acceder a terapias asistidas con los animales, de acuerdo a una ley aprobada hoy por unanimidad en la Legislatura porteña.
La iniciativa fue presentada por el bloque del oficialismo de Vamos Juntos y contempló una serie de cambios al actual régimen de instituciones geriátricas, entre las cuales se incorporó la propuesta del legislador del Frente de Todos Juan Manuel Valdés y del Sindicato de Trabajadores Caninos.
Las modificación establecida relacionada con las mascotas habilitó la concurrencia a las residencias de adultos mayores de perros y gatos, aunque estipuló también criterios que deberán cumplir las familias para concretar la visita.
Entre ellos están el acuerdo previo con la institución de los días y horarios y la presentación de un certificado veterinario.
Por otra parte, quedó autorizada la adopción de una mascota para el acompañamiento de las personas que viven en los geriátricos cuando haya un entendimiento por parte de los residentes con el establecimiento y exista “aire libre suficiente de acuerdo a las dimensiones y a la cantidad de alojados y un recinto apartado para el animal”.
Además, se aprobó la realización de terapias asistidas con animales, para generar “una mejora del ánimo y la salud de los adultos mayores”, según señalaron los impulsores.
Al respecto, Valdés dijo que “la experiencia internacional ha demostrado que este tipo de terapias y actividades brinda beneficios integrales a la población que vive en residencias geriátricas”.
“Estar en contacto con sus mascotas o animales especialmente entrenados para la asistencia les mejora su calidad de vida y estado anímico, potencia sus capacidades sociales y colabora con la disminución de los niveles de ansiedad”, agregó.
Según la Encuesta Nacional de Hogares del 2021, la cantidad de adultos mayores de 60 años en la Ciudad representa un 21% de la población porteña total.
Matías Tomsich, del Sindicato de Trabajadores Caninos, contó a Télam que la propuesta “busca mejorar la calidad de vida de los adultos mayores que están en los geriátricos porque está demostrado que el vínculo con una mascota baja los niveles de estrés, quita la sensación de soledad y también ayuda a reducir los niveles de medicación”.
La propuesta inicial del sindicato, no obstante, contemplaba la posibilidad que las residencias incluyeran entre su personal a los adiestradores de canes, pero no fue incorporada al texto final.
El adiestrador en el geriátrico “garantiza el bienestar y una óptima convivencia, de perros y personas, ya sean residentes o trabajadores de la institución”, remarcaron.
Según un relevamiento de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad, hay unos 500 mil perros y 300 mil gatos en todo el distrito; en tanto que casi el 40 por ciento de los hogares porteños tiene mascotas.
Fuente Télam