Los restos de José Antonio Primo de Rivera, el fundador del partido fascista español Falange Española, fueron sacados hoy del antiguo mausoleo del exdictador Francisco Franco por orden del Gobierno progresista español del presidente Pedro Sánchez.
Los restos de Primo de Rivera fueron trasladados a un cementerio de la cercana Madrid, la capital española, en medio de algunas protestas de manifestantes, tres años y medio después de que los restos de Franco también fueran exhumados de su mausoleo.
Dos vehículos funerarios entraron por la mañana en el complejo monumental Valle de Cuelgamuros, a 50 kilómetros de Madrid, para buscar los restos de Primo de Rivera, según imágenes difundidas por la televisión pública española.
Los vehículos llegaron cinco horas más tarde al cementerio madrileño de San Isidro, escoltados por las fuerzas de seguridad, ya que allí esperaban unos 200 falangistas, que tuvieron encontronazos con la Policía.
“Por fin nuestras instituciones son fieles a la memoria de nuestro país y no a sus olvidos”, dijo Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno de Sánchez, para luego tildar de “anomalía histórica” el mausoleo construido por Franco, informó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, dirigentes del Partido Popular (PP) repudiaron el acto y acusaron a Sánchez de “jugar a la distracción” para desviar la atención de problemas de España.
“Estamos hartos de este gobierno que sólo se dedica a desenterrar odios y enfrentar a los españoles”, dijo por su parte el líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, en un acto en Mallorca.
La exhumación llegó luego de que los restos del propio Franco fueran trasladados a otro cementerio de Madrid en octubre de 2019 luego de ser sacados del mausoleo, mandado construir por el exdictador en 1940 y antes llamado Valle de los Caídos.
El mausoleo fue renombrado Valle de Cuelgamuros a partir de la entrada en vigor, en 2022, de una ley de “Memoria Democrática” de recuerdo a las víctimas del golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura de Franco (1939-1975).
El mausoleo, que incluye una basílica católica, una abadía y una gran cruz sobre la cumbre de un risco que domina todo el valle circundante, fue construido para albergar los restos de José Antonio Primo de Rivera.
En él fueron enterrados también los restos de más de 33.000 combatientes republicanos y nacionales, los bandos enfrentados en la Guerra Civil Española, que terminaría con la victoria de Franco y los nacionales.
Hijo del dictador Miguel Primo de Rivera, quien dirigió España de 1923 a 1930, José Antonio fue juzgado por conspiración y rebelión militar contra el Gobierno de la Segunda República.
Fue condenado a la pena de muerte y ejecutado por fusilamiento durante los primeros meses de la Guerra Civil Española.
El partido de la Falange Española, que seguía los dictados del fascismo, fue uno de los pilares del régimen franquista, al igual que la Iglesia católica y el Ejército.
La ley de Memoria Histórica fue aprobada definitivamente el 5 de octubre de 2022, con la oposición del PP y Vox.
La norma estipula, entre otras cosas, que serán atendidos los pedidos de exhumación que pudieran hacer los familiares de las personas enterradas en el antiguo mausoleo de Franco.
El presidente Sánchez hizo de la búsqueda de los desaparecidos republicanos de la Guerra Civil, muchos en fosas comunes, una “responsabilidad de Estado” desde su llegada al gobierno en 2018.
Encargado por Franco en 1940 para celebrar su “gloriosa cruzada” católica contra los republicanos “sin Dios”, el Valle de Cuelgamuros llevó casi 20 años de construcción por parte de miles de prisioneros políticos.
En noviembre, las autoridades españolas hicieron exhumar también los restos de un dirigente militar franquista, el general Queipo de Llano, de la basílica de la Macarena de Sevilla.
A este general se le considera como responsable de miles de ejecuciones en el sur de España ocurridas tras el levantamiento militar de 1936, entre ellas la del poeta Federico García Lorca.
La Guerra Civil y la dictadura continúan siendo hasta hoy una herida abierta que divide a España.
Fuente Télam