Cómo la falta de justicia se ha convertido en un problema político nacional

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Juan Carlos Pitrelli – Abogado y Asesor

En los últimos años, la falta de justicia se ha convertido en un problema político nacional. El mal manejo de los casos por parte del gobierno ha resultado en una pérdida de fe en el sistema y una sensación de impunidad entre quienes están en el poder. El problema se ve agravado por el hecho de que los medios de comunicación a menudo no dan la debida cobertura a los casos de injusticia, dejando al público en la oscuridad sobre la verdadera situación. El problema de la injusticia y los diversos factores que han contribuido a su surgimiento. También se destacan algunas de las formas en que las personas luchan y trabajan para lograr el cambio.

La falta de justicia es una amenaza para la democracia, y lo hace en cualquier país cuando se hace en contra directamente de los principios fundamentales de la democracia, tales como la igualdad de derechos, el respeto a la dignidad humana y los derechos humanos. La situación no es diferente en el resto de Latinoamérica; el sistema legal es inadecuado para prestar justicia a las personas. El gobierno no es justo al tratar con los acusados, y muchos casos son encubiertos debido a la corrupción y, a constantemente, los procesos judiciales son más lentos de lo que debieran ser.

Además, la falta de recursos, capacidad y educación fuerzan a las personas a optar por alternativas ilegales para conseguir justicia. Esto socava la confianza en el sistema judicial y las instituciones gubernamentales. La falta de confianza en el sistema y la impunidad refuerzan los sentimientos de desdén de la ley, lo que lleva a un aumento de la criminalidad y la violencia.

Esto tiene un gran impacto negativo en los ciudadanos. Los ciudadanos están cansados de la falta de justicia. Casos que generalmente se resuelven rápidamente en los países con

sistemas judiciales sólidos ahora permanecen atascados por años. Los ciudadanos ven un sistema de justicia deficiente y acusan al gobierno como alguien que les promete justicia, pero no la entrega. Esto ha generado descontento e irritación entre la gente, y un sentimiento generalizado de impotencia.

Los migrantes también se aprovechan de la falta de justicia. Estas personas no solo no cumplen con normas básicas de decencia, sino que también abusan de la falta de implementación de la justica. Esta es una situación desesperada para los ciudadanos críticamente vulnerados que no

tienen ninguna otra opción que seguir esperando justicia en vano. La falta de justicia está dañando la reputación de Argentina. Está teniendo un efecto devastador en la reputación de la Argentina. El estado se ha concedido el privilegio de preservar el orden y defender los derechos humanos.

Sin embargo, el ejercicio marcado por la corrupción y la justicia deficiente están dañando la imagen del país en el exterior. Los informes publicados sobre la falta de justicia en el país han creado una mala impresión de la Argentina entre sus vecinos. Los líderes de la región están admitiendo que los derroteros éticos de la Argentina ya no son líderes de la región, sino un caso de estudio. Las personas dentro y fuera del país están usando esta falta de justicia como una demostración de la forma en que el país se ha desviado de los valores democráticos.

La falta de justicia es un símbolo de la falta de respeto de los tres poderes hacia su propia ley y el descontento de los ciudadanos con el sistema legal. El gobierno debe corregir este rumbo.

Argentina necesita un sistema de justicia más justo y equitativo que fomente la responsabilidad en todos los ámbitos. La reforma del sistema judicial y el aumento de la transparencia necesita ser un enfoque concertado y con una fecha límite.

Además, el sistema de jueces y abogados debe ser mejorado para permitir una mayor equidad con los participantes. Esto implica la promoción de la buena fe de los ciudadanos y simplificar el sistema legal para que sea más comprensible. La creación de incentivos para los abogados y jueces para mejorar la justicia es fundamental. Que los jueces no puedan estar mas que un solo periodo sin posibilidad de renovación, es esencial para procurar una justicia verdadera.

La tecnología ha tomado un papel crucial, facilitando y acelerando los procesos, pero las instituciones de los demás poderes todavía sufren la burocracia y desidia para que la documentación necesaria esté disponible para agilizar los procesos judiciales. Esto se puede lograr a través de una mejor migración a los sistemas electrónicos, así como el uso de inteligencia artificial para identificar patrones y detectar el fraude.

Un sistema de Justicia justo y equitativo es posible, pero necesitamos una verdadera reforma judicial.

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