La justicia de Tucumán busca identificar al responsable del crimen de un ejemplar de tapir que había sido liberada en la zona de la sierra San Javier como parte de un proyecto de reintroducción de la especie y cuyos restos fueron hallados días atrás, tras confirmarse que corresponden a ese animal bautizado Suyana, informaron hoy fuentes judiciales.
“Se pudo determinar que los restos óseos de fauna corresponden efectivamente a un mamífero del Orden Perissodactyla y que se identifica con el nombre científico de Tapirus Terrestris, conocido comúnmente como Tapir”, dijo el Departamento de Arqueología Forense que forma parte del Equipo Científico de Investigaciones Forense del Ministerio Público Fiscal.
La noticia de la búsqueda de Suyana se conoció el pasado viernes luego de que la Reserva Experimental de Horco Molle solicitara ayuda para encontrar a la tapir que llevaba varios días sin ser vista en la Sierra San Javier, su hábitat natural donde había sido liberada. Al día siguiente la Reserva publicó un comunicado que confirmaba la muerte del animal, en el que daba a entender que fue provocada por la acción humana.
“Hechos de esta naturaleza deben ser condenados con todo el peso de la ley”, apuntó el escrito, tras lo cual indicó que “es un momento de mucha bronca y dolor para todos los que estamos convencidos de la importancia de la reintroducción del tapir y la conservación de las especies”.
La denuncia por el crimen de Suyana quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, que conduce Mariana Rivadeneira, quien investiga un posible caso de crueldad contra animales, que prevé la Ley 14.346.
Con respecto al responsable de la muerte, la fiscal indicó que “se investiga y realizan todas las medidas necesarias para poder determinar la autoría” y aclaró que “hasta el momento solo se cuenta con los dichos de personas que no quieren darse a identificar por temor a represalias”.
“Estamos tratando de recabar los datos necesarios de esas personas, aún no identificadas, para garantizarles su seguridad y que nos brinden la información”, dijo Rivadeneira.
En tanto, Juan Pablo Juliá, a cargo de la Reserva donde se lleva adelante el Proyecto de reintroducción de los tapir, señaló que “en base a la información anónima, se trataría de un cazador furtivo que vive y trabaja en la zona y que incluso, en esta cacería, también se habrían utilizado perros para rastrear y matar a la tapir”.
“Por lo que sabemos lo hizo con otras especies y lo hace de forma habitual”, añadió.
Los especialistas del Departamento de Arqueología Forense señalaron que “a partir del uso de una técnica reconstructiva de los restos óseos encontrados, por sus características biométricas y morfológicas, reconstruyendo la forma del animal e identificando las distintas partes esqueletarias, puede tratarse de la hembra denunciada como desaparecida”.
“En las próximas horas se determinará la fecha en la que se produjo el deceso”, agregaron.
Suyana formaba parte del Proyecto Tapir que hace más de 20 años lleva adelante la Reserva Experimental de Horco Molle, para la conservación de esta especie con el objetivo de volverla a su hábitat natural.
En noviembre del año pasado la tapir fue liberada junto a otra ejemplar llamada Samy en el Parque Sierra de San Javier.
Este proyecto lo realizan dos áreas protegidas, el Parque y la Reserva Experimental de Horco Molle, ambas pertenecientes a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
Del proyecto participaron más de 40 voluntarios estudiantes de la UNT e investigadores y técnicos de distintas facultades, como la de Ciencias Naturales, la de Ciencias Exactas y la de Veterinaria.
En Argentina el hábitat natural de estos animales abarca las zonas del NOA y NEA.
Se estima que solo hasta 1940 hubo tapires viviendo en libertad en Tucumán, luego se extinguieron debido a la caza ilegal y a la destrucción de su hábitat por el avance de la actividad agrícola e inmobiliaria.
Fuente Télam