Las perspectivas económicas para la zona del euro mejoraron y la inflación seguirá cayendo, pero el escenario global sigue siendo dominado por la “incertidumbre”, afirmó hoy la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, durante las reuniones de primavera (boreal) del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
La titular del BCE señaló que en los últimos meses las perspectivas económicas globales mejoraron de la mano de “un alivio gradual en los cuellos de botellas de la oferta, menores precios en la energía y la recuperación de la economía china tras el levantamiento de las medidas de contención vinculadas con la pandemia”, al igual que una caída en la inflación.
No obstante, advirtió ante el Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI en Washington, que las “perspectivas de recuperación siguen siendo frágiles”.
En particular, Lagarde hizo hincapié en la “continua incertidumbre, motorizada por la guerra injustificada de Rusia hacia Ucrania, y la posibilidad de que reaparezcan las presiones en los mercados globales de energía y alimentos”, revirtiendo los descensos en la inflación.
No obstante, la funcionaria, si bien mantuvo su cautela por las presiones inflacionarias subyacentes, se mostró optimista por la desaceleración de los precios, y dijo que esta tendencia se mantendrá “a medida que disminuyan las presiones sobre los precios y la política monetaria frene cada vez más la demanda”
Del mismo modo, mencionó otros factores que podrían acelerar este proceso como “las elevadas tensiones en el mercado financiero, la caída de los precios energéticos y el debilitamiento de la demanda”.
En particular, al igual que la postura de la Reserva Federal estadounidense (FED), Lagarde cree que las turbulencias bancarias dejarán un efecto positivo en la lucha contra la inflación, al incentivar que los bancos sean más conservadores y otorguen menos créditos.
Respecto de la política que seguirá el BCE, Lagarde reiteró que la postura de la institución para retrotraer la inflación a la meta interanual del 2% es continuar tomando las decisiones monetarias en base a los datos económicos que se vayan divulgando.
Desde julio de 2022, el BCE aumentó las tasas en 350 puntos básicos y se espera que –a diferencia de la FED- continúe con varias subas más en las mismas.
“Esperamos que la inflación siga cayendo, a medida que las presiones de precios se disipen y el ajuste monetario impacte en la demanda”, dijo Lagarde.
Fuente Télam