El primer ministro británico, Rishi Sunak, elogió hoy el histórico Acuerdo del Viernes Santo, que hace hoy 25 años puso fin a décadas de enfrentamientos entre unionistas y republicanos en Irlanda del Norte y pidió a los políticos que sigan trabajando juntos para gobernar la región, que atraviesa una crisis institucional.
Las instituciones regionales del país se encuentran paralizadas desde hace más de un año por la oposición del Partido Democrático Unionista (DUP) al estatuto posbrexit negociado entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Sunak destacó la importancia del acuerdo, afirmando que fue fruto de la colaboración entre los gobiernos británico e irlandés y alabó la “valentía, la perseverancia y la imaginación política” de los líderes que dieron forma al acuerdo, y destacó el compromiso de Irlanda del Norte para lograr la paz.
Para conmemorar el 25 aniversario del acuerdo de paz, el líder británico recibirá al presidente estadounidense, Joe Biden, en Belfast, mañana por la noche.
Biden, quien tiene raíces irlandesas, se reunirá con Sunak, pero no con líderes de Irlanda del Norte mientras el poder compartido siga suspendido.
En ese sentido, el primer ministro británico, instó a los líderes políticos de Irlanda del Norte a reanudar el proceso de reparto de poder compartido, considerado crucial para garantizar la estabilidad política y social en la región, así como para abordar las preocupaciones y desafíos surgidos a raíz del Brexit.
El líder británico dijo además que era importante recordar a “los muchos que perdieron la vida tratando de prevenir la violencia y proteger a los inocentes”.
“Les damos las gracias al reflexionar sobre las nuevas generaciones que han crecido en un mundo en el que ha prevalecido la paz y la prosperidad”, agregó, según consignó la BBC.
Sunak aprovechará también la visita de Biden y sus compromisos con líderes empresariales y otros en Belfast para celebrar los éxitos de Irlanda del Norte y fomentar además nuevas inversiones a largo plazo.
El Acuerdo del Viernes Santo o de Belfast, puso fin a tres décadas de intensa confrontación entre comunidades en Irlanda del Norte, que dejó un saldo de más de 3.500 muertos.
Este acuerdo, firmado el 10 de abril de 1998, fue logrado por líderes nacionalistas proirlandeses, mayoritariamente católicos, y unionistas probritánicos, principalmente protestantes, tras negociaciones maratonianas en las que participaron los gobiernos de Londres, Dublín y Washington.
Estados Unidos apoyó en gran medida el proceso del Acuerdo del Viernes Santo y ha desempeñado un papel fundamental en el impulso de la prosperidad en Irlanda del Norte durante los últimos 25 años.
Fuente Télam