La Procuraduría General de Colombia pidió en las últimas horas a la Corte Constitucional que anule la ley Paz Total aprobada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro para facilitar la negociación con grupos armados, en momentos en que el mandatario evalúa las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras un ataque en el que murieron nueve militares.
De acuerdo a la Procuradora General, Margarita Cabello Blanco, la normativa “no se ajusta a la Constitución” por haber “vulnerado el principio de consecutividad, que exige que los proyectos de ley se tramiten en cuatro debates de manera sucesiva” en las comisiones y en el pleno de ambas Cámaras del Congreso.
También apuntó a “que varias disposiciones de la norma no fueron estudiadas en estricto sentido por las comisiones, pues fueron propuestas solo hasta las deliberaciones ante las plenarias”, de acuerdo a un comunicado subido en la página oficial del organismo judicial.
Además, considera que las disposiciones de la Ley de Paz Total son inconstitucionales “así como que la regulación que permite a los disidentes de procesos de paz negociar nuevamente con el Gobierno nacional y obtener beneficios sin limitaciones”.
La Procuradora General puntualizó que, si bien el Ministerio Público “reconoce el deber del Estado de propender por la finalización de la violencia en el país y, por ende, es consciente de la importancia que pueden llegar a tener las negociaciones como mecanismos para lograr dicho objetivo, lo cierto es que las políticas y planes que se propongan con tal propósito deben ser claros y precisos a efectos de que no haya duda de su consonancia con las disposiciones constitucionales”.
Este pedido a la Corte Constitucional se conoció el mismo día en que Petro se reunió con el grupo de negociadores y los miembros de la comunidad internacional encargados de dialogar con el ELN.
En una conferencia de prensa posterior al encuentro, el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, aseguró que “el ELN tiene en sus manos una responsabilidad inmediata de generar esperanza en la sociedad”, después de los últimos atentados de la guerrilla, en los que murieron nueve militares en Norte de Santander.
“Estos hechos dolorosos no amainan, sino que, por el contrario, fortalecen la construcción del proyecto de paz de este Gobierno. No es con más muertes, de ninguna colombiana o colombiano, como se consolida la paz”, afirmó el comisionado en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias Europa Press.
El jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, subrayó los dos puntos que generan dudas entre el Gobierno y el grupo negociador en torno a continuar el diálogo con ese grupo guerrillero: “Primero la gran interpelación de si el ELN está usando las conversaciones para fortalecerse en sus territorios, fortalecerse como organización, o si por el contrario su estadía en la mesa significa una real vocación de paz”.
“Otro elemento, el ELN se reclama como una organización política, pero ese reconocimiento como organización política tiene que ver, no solamente con algo que se escriba en el papel, sino realmente con actitudes y hechos”, añadió.
Las conversaciones de paz entre el Gobierno y el ELN, última guerrilla en pie, sin contar las disidencias de las extintas FARC, fueron impulsados por el actual presidente al llegar al Gobierno, pero el último atentado provocó una nueva crisis en la mesa de diálogo.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, calificó de “vergonzoso” el “estar sentado en una mesa cuando hay semejante grado de atrocidad contra la fuerza pública”, aunque reconoció que es “difícil” tomar la decisión de retirarse de las conversaciones.
“La agresión que cometieron contra los miembros del Ejército colombiano estando en una mesa ofende la inteligencia y al pueblo colombiano”, expresó.
El Gobierno y el ELN iniciaron el primer ciclo de negociaciones entre noviembre y diciembre de 2022 en Caracas, Venezuela, con un alto el fuego bilateral como principal acuerdo alcanzado, si bien posteriormente la guerrilla se desentendió del mismo alegando que se trataba de una propuesta que todavía no había sido revisada.
Este fue uno de los puntos que se abordó este año en las conversaciones que tuvieron lugar en Ciudad de México, aunque la continuidad de los atentados pone en duda si realmente hubo avances.
Sin fecha fijada todavía, está pautada una tercera ronda de negociaciones que se celebrará en La Habana.
Fuente Télam