Los cultivares de soja y maíz tardíos o de segunda, que fueron implantados en Santa Fe en enero a la espera de lluvias y como única opción, están en una etapa complicada debido a las altas temperaturas y lluvias que en algunas regiones han sido insuficientes, informaron hoy el Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
El informe semanal que elaboran entre ambos indica que “los cultivos tardíos presentan heterogeneidad en sus estados y desarrollos vegetativos y reproductivos debido a la ausencia de agua útil en los suelos, los elevados registros térmicos que condicionarían su futuro, haciéndolo cada vez más incierto”.
En ese sentido, algunos síntomas hacen pensar que “con el transcurso de los días, en lo avanzado de la campaña, serían irreversibles y con graves efectos en los futuros rendimientos”.
“A la espera de precipitaciones, el sector productivo apostó a la posibilidad de la oleaginosa, pero con el transcurso de los días y la ausencia de humedad en los suelos se acentuaron y desvanecieron las intenciones iniciales”, añade el trabajo.
Además, sostiene que “a fines de enero se realizaron implantaciones como única opción que quedaba para la campaña, dadas las lluvias acaecidas”, aunque fue en “una menor superficie sembrada”.
En lo referente al maíz tardío, los productores señalaron que “sin agua útil en los suelos, temperaturas diarias elevadas y futuros escenarios secos, sin precipitaciones, también su futura realidad sería muy compleja”.
En cuanto al maíz temprano, esta semana continuó la cosecha, que llegó al 37% de la superficie sembrada, con resultados similares a los obtenidos hasta la semana pasada, es decir “muy bajos a bajos”, especialmente en el norte.
Allí, en los departamentos 9 de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, hubo mínimos de entre 6 y 12 quintales por hectárea, máximos de entre 25 a 35 quintales, y lotes puntuales de hasta 45.
En el centro del distrito, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los mínimos oscilaron entre 8 y 20 quintales por hectárea y los máximos entre 30 a 45, con lotes puntuales de 50 a 52.
Finalmente, en la zona sur del área de estudio, departamentos San Martín y San Jerónimo, hubo mínimos de entre 18 y 22 quintales, los máximos estuvieron en valores de 32 a 45 quintales, y hubo algunos lotes donde se obtuvieron entre 55 y 65.
Fuente Télam