La economía argentina puede sufrir este año un “aterrizaje forzoso” y caerá cerca de 2%, principalmente como consecuencia del impacto de la sequía, que provocará un “entorno recesivo”.
Así lo advirtió un informe del banco de inversión JP Morgan, para el que la “estanflación entrará en una nueva fase con tendencias de inflación y crecimiento divergentes: inflación más alta y crecimiento real con tendencia a la baja”.
La entidad financiera estadounidense estimó que el PBI argentino caerá un 1,7% este año, frente a la previsión anterior de -0,5% realizada anteriormente por el mismo banco.
El pronóstico choca con la proyección de crecimiento del 2% que contempla el Presupuesto Nacional de 2023.
JP Morgan vaticinó para este año la quinta contracción de economía argentina en ocho años, con una inflación anual en torno al 100% y una sequía histórica que empeora las perspectivas para las exportaciones de productos básicos, que empeora los ingresos fiscales y reduce la posibilidad de acumular reservas.
En esa línea, el banco estimó que las tres principales exportaciones argentinas (soja, maíz y trigo) podrían caer este año a US$36.600 millones, desde los US$51.600 millones registrados en 2022.
Según estadísticas oficiales, la actividad económica cayó un 1,2% en diciembre, pero cerró 2022 con un avance del 5,2% y sumó dos años consecutivos en alza, luego de una brusca caída en 2020 por la pandemia.
Si embargo, en la comparación mensual, la economía viene de acumular cuatro meses seguidos en terreno en negativo.
Estimaciones privadas indican que la actividad continuará deprimida también durante los primeros meses de 2023.
Fuente Noticias Argentinas