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El género vampírico se renueva en la pantalla chica con el estreno de “Vampire Academy”

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“Vampire Academy”, nueva serie adaptada de la exitosa saga de novelas homónima y para el público juvenil-adulto escrita por Richelle Mead, que actualiza desde una mirada actual la historia centrada en la amistad entre dos vampiras mientras se preparan para el futuro en una escuela de entrenamiento, puede verse desde hoy en la plataforma de streaming Lionsgate+.

“Me parece que es un momento interesante para el género, porque los vampiros siempre construyeron su fama desde una sexualidad predatoria, donde las mujeres no tenían mucha agencia, donde los vampiros podían hacer y tomar lo que quisieran”, explicó en diálogo con Télam Julie Plec, guionista de la producción junto a Marguerite Macintyre, sobre la propuesta que se suma a una poblada lista de títulos de la temática tanto para el cine como para la TV.

Desde la primera aparición de los monstruos chupasangres -con Drácula como su gran ícono- en la pantalla grande cuando el sonido todavía no había llegado a las películas, el género siguió buscando nuevos formatos y públicos para expandirse.

Así fue como el melodrama comenzó a mezclarse con las tramas vampirescas hasta desembocar en el fenómeno desatado en 2008 con el estreno de “Crepúsculo”, también basada en una franquicia de novelas y luego devenida en franquicia cinematográfica.

En el terreno televisivo, ese mismo año fue el inicio de una seguidilla de tiras que, si bien no alcanzaron un gran estatus con la crítica, sí consiguieron atraer a fieles grupos de fans: “True Bloods” fue la primera de ellas, y pronto aparecieron la popular “The Vampire Diaries” (2009) y sus derivadas “The Originals” (2013) y “Legacies” (2018).

Las últimas tres tuvieron a Julie Plec detrás de escena, tanto como creadora o guionista, y fue durante esos proyectos donde afianzó su confianza con Macintyre, quien ya había participado en las tres producciones como actriz. Ahora, ambas decidieron colaborar como desarrolladoras de “Vampire Academy”, situada en la escuela St. Vladimir, un internado secreto donde los vampiros aprenden a dominar las artes mágicas y algunos jóvenes semi humanos se preparan para protegerlos.

Allí estudian las protagonista, Lissa (Daniela Nieves), una princesa vampira, y su gran confidente, Rose (Sisi Stringer), que algún día será su guardiana. Pero la academia y las normas de esa sociedad sobrenatural ponen en peligro la amistad de las jóvenes y a ellas mismas, que mientras enfrentan las amenazas que las rodean, también vivirán aventuras, dramas y amores en la diversa institución.

Aunque días atrás se supo que esta será la única entrega de la serie, Plec y Macintyre destacaron el salto con perspectiva feminista que ejecuta la narrativa como un paso más en la transformación del género, que al día de hoy sigue demostrando que tiene más para ofrecer.

Télam: ¿Cómo fue el proceso de adaptar las novelas originales para esta serie?

Marguerite Macintyre: Fue salvaje, muy rápido, y aún así me sentí muy afortunada de que se diera de esa forma. Cuando estás construyendo un mundo tomás todas las decisiones, no solamente de casting o del arco de la temporada, y el proceso de adaptar los libros fue la parte más satisfactoria, decidir cómo la actualidad afectaba la historia y cómo hablar de cosas que son muy relevantes, como las estructuras de poder o el sentido de justicia. Era muy importante para nosotras esta historia hermosa sobre la amistad entre dos mujeres, sobre qué están dispuestas a hacer la una por la otra. Y sumarle a eso todo lo que nos encanta, desde el romance hasta las batallas.

T: En ese sentido, ¿qué aspectos de la amistad entre Rose y Lissa querían destacar en esta versión?

Julie Plec: Queríamos asegurarnos de que Lissa estuviera en un viaje en el que creciera para entender su propio privilegio, y que Rose tuviera su propio despertar a lo largo de la historia, para que reconociera cuán injusta era su situación en esa sociedad, porque antes no se había cuestionado por qué cuando eran niñas tenían permitido ser mejores amigas, pero como jóvenes adultas toda la sociedad les muestran cuán difícil es. Verlas luchar y sobreponerse a eso, aferrarse a su amistad a pesar de todo, es de lo que va la trama.

T: El género de vampiros atravesó muchos cambios a través del tiempo en el audiovisual, ¿por qué creen que se convirtió en una temática tan popular, especialmente con las audiencias más jóvenes?

JP: Hay una cierta incomodidad en el género, lo que era percibido como sexy, atrevido o peligroso ahora es problemático, y representa un comportamiento que nosotras, como mujeres, no queremos incitar. Escribir una historia de vampiros contemporánea es muy difícil, porque no podés descansar en todos los lugares comunes que hicieron que el género funcione tan bien.

MM: Creo que también permite meterse en algo más profundo, en nuestra serie suceden conversaciones que no son solamente sobre los hombres siendo acosadores, sino sobre los instintos humanos y la capacidad de controlarlos. Todavía hay muchas historias que contar en otro nivel, y nos hacemos muchas preguntas a medida que avanzamos. Hay hambre de eso, porque todavía no hay suficiente. Son voces marginadas, y hay historias que nos fueran negadas durante mucho tiempo. Como guionistas, este es nuestro momento.

JP: Sí, hoy en día realmente necesitamos recordarle a la gente que las mujeres son fuerzas poderosas a tener en cuenta, y es una locura que todavía tengamos que hacerlo, pero creo que mirar a las mujeres liderar con inteligencia, ser capaces de empoderarlas, y poner esas imágenes en el mundo, es muy bueno.

Fuente Télam

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