El ministro de Trabajo de Perú, Eduardo García Birimisa, presentó en las últimas horas su renuncia “irrevocable” al cargo, en una carta en la que criticó al Gobierno por las cerca de 50 muertes que se produjeron en el país en el marco de las protestas que comenzaron tras la destitución del expresidente Pedro Castillo y que exigen la salida de la mandataria Dina Boluarte, elecciones anticipadas y el cierre del Congreso.
Casi un mes después de tomar juramento del cargo, García Birimisa envió ayer una carta a la presidenta, en la que argumenta que “la atención de las demandas sociales ya no es suficiente para lo que el país necesita. Las tragedias que acabamos de vivir así lo demuestran”.
“Se requiere de un pronunciamiento del Gobierno que exprese el dolor que sentimos por la pérdida de las vidas de nuestros hermanos, por las pérdidas que han sufrido esas familias. Se requiere que se pida disculpas a la población y que se reconozca que se han cometido errores que deben ser corregidos para que esto no se repita”, agregó García Birimisa en la misiva difundida en Twitter.
Su renuncia vino acompañada de una serie de definiciones políticas, como que la situación actual que enfrenta el Perú amerita un cambio de rostros en la dirección del país, así como que el adelanto de elecciones “no puede ya esperar hasta abril de 2024”.
En opinión de García Birimisa, la no convocatoria de comcicios genera un desgaste que, al menos en su caso, lo inhabilita para poner en práctica una construcción del diálogo.
“Todos los anhelos que pueda haber tenido para contribuir un poco con mi país no justifican ya mi permanencia en el Gobierno, la posibilidad de contribuir a garantizar los derechos laborales fundamentales de los trabajadores, el diálogo social como única garantía de democracia en las relaciones laborales y en el país, la promoción del empleo digno y la seguridad social”, enumeró en el texto reproducido por la agencia de noticias Europa Press.
El exministro arremetió asimismo contra la polarización existente en el Congreso, donde “la mayoría” de los parlamentarios “parece concebir como única reacción agudizar las contradicciones” y dijo no creer que esa actitud “permita compartir ideas para enriquecer nuestras perspectivas”, sino por el contrario “nos condena a tratar de imponer una idea sobre la otra a costa de lograr ajustadas mayorías”.
Los peruanos necesitan entrar “en un proceso de reflexión” para entender que el que piensa distinto “no necesariamente está equivocado”, indicó el ahora exfuncionario.
“Necesitamos poder discutir con un diálogo serio, en el que validemos la posición del otro y nos esforcemos por comprender sus razones, solo así podremos respetarnos e identificarnos”, concluyó.
La renuncia de García Birimisa no es la primera en el Ejecutivo de Boluarte, quien reemplazó al depuesto Castillo, destituido del cargo el 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso e imponer un Gobierno de excepción, y posteriormente detenido.
Antes lo hicieron los exministros de Cultura y de Educación, Jair Pérez y Patricia Correa, respectivamente, quienes en sus notas de renuncia expresaron también su rechazo a la represión de las protestas sociales.