Los acuerdos obtuvieron 33 votos positivos de Vamos Juntos, UCR, GEN y Socialismo; 18 negativos del Frente de Todos, el Frente de Izquierda y Autodeterminación y Libertad, y cinco abstenciones de la Coalición Cívica.
No obstante, para la aprobación final, el proceso parlamentario contempla que haya una audiencia pública destinada a que la ciudadanía exprese su opinión sobre el tema y un nuevo debate en el recinto dado que se encuadra en las normas denominadas “de doble lectura”.
Los convenios urbanísticos son excepciones a las normas de edificación vigentes, que el Estado otorga a los privados sobre terrenos puntuales de la ciudad, para que puedan construir más metros cuadrados de los permitidos, aumentando, por ejemplo, la altura.
A cambio de esos permisos, las constructoras ofrecen una contraprestación monetaria al Estado y, en algunas ocasiones, le ceden una parte del terreno que les pertenece y sobre el que van a construir.
Puntualmente, los convenios amplían la capacidad constructiva y la altura permitidas actualmente en 16 terrenos porteños, llegando, en algunos casos, a autorizar construcciones de 85 metros de altura.