El expolicía Jorge Bacigalupo, amigo de Oscar Centeno, negó hoy “rotundamente” haber sido el autor de adulteraciones en los escritos atribuidos al remisero y que dieron origen al llamado “caso Cuadernos”.
“Niego rotundamente haber tenido cualquier tipo de participación en los hechos que se me imputan”, sostuvo en un escrito entregado en el juzgado federal de Marcelo Martínez De Giorgi, al presentarse a una ampliación de su declaración indagatoria, informaron a Télam fuentes judiciales.
Bacigalupo pidió en ese escrito el “archivo” de la causa en su contra.
En el juzgado, al que arribó a las 10, se negó a contestar preguntas en la causa que investiga la denuncia de un empresario, Armando Losón, y en la que un peritaje oficial demostró que hubo alteraciones, tachaduras y sobreescrituras en los cuadernos cuya escritura se atribuye a Centeno.
“Siendo que las correcciones y enmiendas que se me enrostran no han sido de mi autoría ni configuran tipo penal alguno, solicito el inmediato archivo de las presentes actuaciones por atipicidad de la conducta reprochada”, agregó Bacigalupo en el escrito firmado junto a su abogada, Nuria Drendak.
Pese a ello, esbozó a modo “hipotético” que si se hubiesen realizado esas “correcciones y enmiendas” -algo que negó- no sería delito porque al momento de los hechos eran “simples anotaciones (llamadas hoy ‘cuadernos’)” y ello “no hace a su autor pasible de reproche alguno”.
“Con anterioridad a la revelación pública de esas anotaciones, las mismas no eran elemento probatorio en ningún expediente, sino que se trataban de simples apuntes en cuadernos escolares que no tenían correlato con conducta alguna en el plano de lo legal”, argumentó.
Bacigalupo había sido ya indagado en la causa pero el juez Martínez De Giorgi lo convocó una vez más para exhibirle nueva evidencia surgida en la investigación, explicaron fuentes judiciales.
El amigo del exchofer del Ministerio de Planificación Federal concurrió a Comodoro Py 2002 y remitió su declaración al escrito que entregó en el juzgado.
En su anterior indagatoria, Bacigalupo realizó un extenso cuerpo de escritura en la causa que investiga la existencia de manipulaciones en los cuadernos.
La ampliación de indagatoria se resolvió ante nueva prueba que le fue leída en la imputación, entre otros aspectos, el resultado de las pericias a su teléfono, de donde surgió que habría llamado al fiscal federal Carlos Stornelli en marzo pasado, mientras por orden judicial allanaban su casa.
El expolicía fue quien tuvo en su poder los cuadernos cuya autoría se le atribuye a Centeno, hasta que se entregaron a la Justicia, y dieron origen al llamado “Caso Cuadernos”, una causa penal en la que fueron enviados a juicio la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, además de exfuncionarios de su Gobierno y empresarios, por supuesto pago de sobornos.
El magistrado lo convocó en el marco de un expediente en el que se investiga si los cuadernos de Centeno fueron adulterados o reescritos por una mano distinta a la suya, tal como denunció un empresario cuyo nombre aparecía en esos textos y lo confirmó luego un peritaje ordenado por la Justicia.
Las pericias demostraron que algunas de las palabras y frases que habrían sido adulteradas, tachadas o sobrescritas, vinculadas a la situación del empresario que hizo la denuncia, Armando Loson, fueron hechas por Bacigalupo.
Este expediente se inició con una presentación del empresario Loson, imputado colaborador de la causa de los cuadernos, quien detectó a través de un peritaje privado que los textos de Centeno habían sido escritos por más de una mano.
En marzo pasado, Martínez de Giorgi allanó la casa de Bacigalupo después de recibir los primeros resultados de una pericia ordenada para intentar determinar a quién pertenecía la letra de las reescrituras detectadas en los cuadernos de Centeno por un peritaje oficial, y que habían sido denunciadas antes por Loson.
Esa medida permitió descartar la intervención de la exesposa de Centeno, Hilda Horovitz, sobre los manuscritos, pero no la de Bacigalupo.
“No puede descartarse una posible participación del nombrado en las alteraciones y/o modificaciones de los manuscritos cuestionados, cuya sospecha habilita a indagar en la recolección de otras pruebas válidas para el éxito de la investigación”, sostuvo Martínez de Giorgi al ordenar el allanamiento.
Bacigalupo es un policía retirado que tuvo bajo su custodia los cuadernos cuya redacción se atribuyó a Centeno, y fue quien se los entregó a un periodista del diario La Nación que luego los llevaría al fiscal Stornelli.
En Bacigalupo comenzó el circuito conocido como “Cuadernos”, que luego se transformó en una causa a cargo del juez Claudio Bonadio, por la que luego estuvieron detenidos decenas de exfuncionarios y empresarios y por la que fue procesada la Vicepresidenta.
El peritaje oficial que confirmó que en los cuadernos de Centeno había letras de distintas personas -tal como había denunciado el empresario Loson- fue también realizado por la División de Scopometría de la Policía Federal.
Fuente Télam