Familiares de Rafael Nahuel refutaron los dichos de los dos prefectos imputados por el asesinato del joven, quienes aseguraron esta semana que la víctima fue ultimada por miembros de la comunidad mapuche, durante la segunda audiencia del juicio que se sigue en General Roca, Río Negro, por el asesinato ocurrido en noviembre de 2017, en medio de un conflicto por tierras en la localidad de Villa Mascardi.
“Los Albatros lo persiguieron y mataron por la espalda”, dijeron los padres de Nahuel en diálogo con Télam y recordaron que la Secretaría de Derechos Humanos cuestionó el “odio hacia los mapuches” por parte de los uniformados en su declaración de esta semana.
El miércoles, en la segunda audiencia del juicio que continuará la semana que viene, dos de los cinco integrantes del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina aseguraron ser “chivos expiatorios” de sectores “corruptos y cobardes” del Poder Judicial y la política, y señalaron que Nahuel murió por un disparo realizado por integrantes de la comunidad mapuche.
Los imputados Francisco Javier Pintos y Carlos Valentín Sosa hicieron uso de su prerrogativa de declarar y leyeron sus declaraciones por zoom desde Buenos Aires sin contestar preguntas ante los magistrados que integran el Tribunal Oral Federal de Roca.
Los acusados no permitieron preguntas, y centraron su estrategia en explicar que la contradicción en las pericias obrantes en el expediente no permite determinar de qué arma salió el disparo letal.
Sobre esa base, arriesgaron que Nahuel fue ultimado por un proyectil que provino de los propios miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu: “Recibió el balazo por la espalda y nosotros estábamos disparando de frente”, aseguraron.
“Los Albatros siguen mintiendo y quieren poner como culpables a los amigos de Rafita”, dijo a Télam Alejandro Nahuel, padre del joven asesinado.
“Los Albatros fueron los que lo persiguieron y lo mataron por la espalda”, agregó y planteó que del proyectil extraído del cuerpo de su hijo “queda claro que fue con un arma oficial, que usa la Prefectura”.
Por su parte, Graciela Salvo -la mamá de Rafael- se mostró esperanzada en que durante el juicio “se demuestre quién de los cinco (uniformados) lo mató” y agregó: “Rafita estaba ahí para acompañar a la comunidad, no puede ser que ellos mismos le hayan disparado. Fueron los Albatros”.
Pintos y Sosa aprovecharon la indagatoria para realizar una declaración política: aseguraron que actuaron con “honor” en “defensa de la patria” y cuestionaron a “jueces y políticos cobardes y corruptos” por no “terminar con el problema mapuche”.
Por su parte, el Director de Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y abogado querellante en la causa, Mariano Przybylski, dijo a esta agencia que “fue muy llamativo que los Albatros en todo momento dejaron muy evidente su odio hacia los miembros de las comunidades mapuches. Pidieron valentía y coraje a los jueces y políticos para terminar con el ‘problema mapuche'”.
“Viendo lo que pasó aquel día y escuchando cómo piensa esta gente nos cierra mucho más algunas cosas: hubo una persecución y una cacería, ya que el asesinato se produjo mucho más arriba de los límites de la comunidad”, indicó.
En tanto, el abogado de la APDH Bariloche, Sebastián Feudal, repasó ante Télam que “con claridad los dos declarantes reconocieron que luego de fracasar los intentos disuasivos tiraron al cuerpo de tres personas”.
Dijo, en ese sentido, que de las pericias y la instrucción se desprende que intentaron “acribillarlos”, y criticó que los dos uniformados que declararon este miércoles tuvieron la “pretensión de justificar el homicidio estigmatizando a las víctimas por su identidad mapuche”.
Finalmente el representante del Ministerio Público, Rafael Vehils Ruiz, recordó que los dichos de los Prefectos “no se condicen” con la elevación a juicio realizada por la Fiscal Sylvia Little, que apunta a la responsabilidad de los uniformados en el homicidio, y cuestionó además el mensaje político efectuado por los dos indagados.
“Nada de lo que dijeron tenía que ver con el hecho” que debe dilucidarse en esta instancia de debate oral y público, según dijo.
Los padres y Ezequiel, hermano menor de Rafael, estuvieron presentes en las dos primeras audiencias del juicio, que continuará el próximo martes.
Según estableció el Tribunal Oral Federal, se realizarán dos jornadas por semana. Inicialmente, hay 92 testigos citados por las partes, por lo cual se proyecta que la instancia oral del juicio se prolongue entre un mes y medio y dos.
La próxima semana declararán como testigos cinco miembros de la Prefectura Naval, tres de la Policía Federal y uno de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), todos presentes en la zona de Villa Mascardi el día del asesinato.
La declaración más trascendente será la de Oficial Principal de Prefectura, Pablo Rubén Berra, quien tuvo a su cargo el operativo que concluyó con el homicidio de Nahuel.
Tras el asesinato, el 25 de noviembre de 2017 en Villa Mascardi, y minutos antes que su celular fuera secuestrado por la Justicia, Berra dejó dos audios de whatsapp en los que relató su versión de los hechos, a partir de la narración realizada por los uniformados que subieron a la montaña y persiguieron a los mapuche.
Aseguró que los mapuches tendieron una emboscada a los Albatros, que realizaron maniobras defensivas con tácticas de guerra y que disparaban armas de tan grueso calibre que arrancaban árboles de cuajo. Ninguna de estas aseveraciones pudo ser probada durante la instrucción del expediente.
(Por Santiago Rey).-
Fuente Télam