El hermano de Emanuela Orlandi, la joven desaparecida desde 1983, destacó hoy la decisión del Vaticano de volver a investigar qué sucedió con la hija de un empleado de la Santa Sede sobre la que no hay pistas hace casi 40 años y que se convirtió en uno de los casos más enigmáticos de Italia.
“Quiero andar con cuidado pero el hecho de que la autoridad vaticana haya abierto una investigación es una buena noticia para mí”, planteó hoy Pietro Orlandi, al ser consultado por Télam sobre la reapertura de la investigación anunciada ayer por el Vaticano.
“No veo la hora de ser citado por los magistrados junto con el abogado de la familia. Me llama la atención la reapertura de investigaciones, una reapertura repentina. Pero si es por el impulso del papa Francisco, que así sea”, agregó.
Ayer, el promotor de Justicia (fiscal) del Vaticano, Alessandro Diddi, decidió la reapertura de la causa “sobre la base de los pedidos hechos por la familia en varias sedes”, anunció a Télam el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
En 2020, la Justicia de la Santa Sede había archivado las investigaciones sobre la presunta sepultura dentro del Vaticano de la joven desaparecida cuando tenía 15 años, en uno de los casos más enigmáticos de toda Italia y que fue recientemente narrado en una miniserie de Netflix llamada “La chica del Vaticano”.
Según Pietro Orlandi, de todos modos, “esta es la primera investigación vaticana seria” que involucrará el análisis de documentos de la Santa Sede.
Orlandi, hija de un empleado laico de la Santa Sede, desapareció el 22 de junio de 1983 después de dejar el apartamento de su familia en la Ciudad del Vaticano para ir a una lección de música en Roma.
En 2019, el Vaticano excavó en dos lugares distintos de su territorio en búsqueda de los restos de la joven italiana desaparecida hace 37 años, y solo se encontraron huesos anteriores a 1900.
La última excavación, en julio de 2019, se hizo en un osario del denominado “cementerio alemán” que se encuentra a metros de la Basílica de San Pedro, y no se encontró “ninguna estructura ósea que se remonte al período posterior a finales de 1800”.
La excavación en el osario, del que se analizaron “centenares de huesos”, se dio luego de que dos tumbas abiertas con anterioridad en búsqueda de los restos de Orlandi aparecieran vacías.
La propia familia Orlandi había hecho el pedido de investigar una tumba del cementerio alemán luego de que la abogada Laura Sgrò recibiera una carta de una fuente que mantiene en secreto con indicaciones de “investigar al ángel”, en referencia a una de las lápidas del lugar.
El 2018, la aparición de huesos humanos en la nunciatura del Vaticano en Italia había alimentado sospechas sobre una posible relación con el caso Orlandi, pero fueron luego desestimadas por los peritos.
Fuente Télam