La mujer que el miércoles fue atacada a puñaladas en la localidad bonaerense de El Palomar por su expareja, quien estuvo prófugo 15 horas hasta que apareció ahorcado en un aparente suicidio en la casa de un amigo, permanecía hoy internada en terapia intensiva y se necesitaban donantes de sangre, informaron fuentes médicas y judiciales.
Se trata de Gabriela Edith Ávila (54), quien está internada en el Hospital Posadas de la ya mencionada localidad del partido de Morón.
Según las fuentes, Ávila permanece recuperándose en el sector de terapia intensiva, pero “estable”.
Desde el hospital y el entorno familiar solicitaron para esta paciente -y otros que lo necesitan-, donantes de sangre que se acerquen al centro médico o se comuniquen vía WhatsApp al 1128869490 o por mail al [email protected].
Es que la víctima sufrió una gran pérdida de sangre porque una de las puñaladas comprometió una arteria importante en uno de sus brazos, según revelaron las fuentes.
El hecho ocurrió el miércoles último, pasadas las 18.30, cuando Ávila fue atacada por su expareja, Santiago Román Frías (60), en el cruce de las calles Berón de Astrada y Curuzú Cuatiá, de El Palomar, partido de Morón, en el oeste del conurbano bonaerense.
El ataque quedó registrado en una cámara de seguridad de la zona, en la cual se observó cómo el hombre corrió a la víctima, la tiró al piso en pleno asfalto, la agarró del cabello y le aplicó 10 puñaladas.
Luego, el agresor, que trabajaba como chofer para una app de viajes, salió corriendo y subió a bordo de un Chevrolet Corsa color negro, con el que se dio a la fuga.
El auto apareció abandonado cerca de la casa de su hermana, mientras que su domicilio fue allanado, y allí se secuestró una carta en la que decía que se había “mandado una macana” y dejó un cuchillo tipo Tramontina y un destornillador que quedaron secuestrados para pericas.
Tras permanecer prófugo unas 15 horas, Frías finalmente apareció muerto pasadas las 11 de ayer en la casa de un amigo ubicada en la calle Corvalán al 1.400 de El Palomar.
El amigo declaró que Frías había llegado la noche anterior, no le dijo nada de que había atacado a Ávila, le pidió quedarse a dormir y que ayer a la mañana, cuando lo fue a despertar, lo encontró muerto sentado en el piso, con un cinturón al cuello anudado a la ventana de la habitación, en lo que los peritos en principio determinaron como un claro suicidio.
En un comunicado difundido ayer, la familia de Gabriela informó que ella era de Merlo, que estuvo 10 años en pareja con Frías, y que hace dos meses, tras unos hechos de violencia, había decidido ponerle fin a la relación.
“De esos hechos tomamos conocimiento en el entorno familiar hace cinco años, lo que motivó denuncias por violencia de género y una perimetral para que Frías no se acerque a Gabriela ni su familia. Ese proceso fue sumamente traumático para todos”, recordó la familia.
Y agregó: “Es evidente que por algún motivo que desconocemos ayer (por el miércoles) volvieron a encontrarse en la esquina de la casa del imputado y fue allí donde ocurrió el intento de femicidio. Desconocemos si él la siguió o estaban juntos, y mucho menos cuál fue el hecho puntual que desencadenó este desastre”.
“Hoy Gabriela pelea por su vida en el Hospital Posadas. Tiene tres hijos, tres nietas y toda una familia que la espera. Por eso necesitamos no solamente fuerza, sino también respeto y un tratamiento responsable del hecho”, concluye el comunicado firmado por la familia Ávila-Carrizo.
El caso es investigado por el fiscal Hernán Moyano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 12 especializada en Violencia de Género de Morón, quien más allá de las pericias y medidas de rigor pendientes, con la muerte del imputado no tendrá otro camino que el de archivar la causa.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).
Fuente Télam