El príncipe Harry fue acusado hoy de querer “demoler” la familia real británica con las explosivas revelaciones contenidas en sus memorias -focalizadas en parte en su hermano Guillermo, heredero al trono, filtradas días antes de su publicación, a cuatro meses de la coronación de su padre, el rey Carlos III.
Titulada “Spare” (“En la sombra” en español), esta autobiografía de unas 500 páginas verá la luz a nivel mundial el 10 de enero, en un contexto de fuerte tensión en el seno de la monarquía británica, que aún batalla para marcar la nueva etapa encarnada por Carlos III después de siete décadas de reinado de Isabel II, quien falleció en septiembre pasado.
El nuevo monarca se esfuerza por modernizar su imagen, pero se ha visto enzarzado en controversias como los comentarios racistas de una madrina del príncipe Guillermo.
El libro, repleto de detalles privados sobre la vida de la familia, acusaciones y reproches, fue accidentalmente puesto en venta durante unas horas ayer por una cadena de librerías española, lo que permitió procurarse un ejemplar a todos los diarios sensacionalistas británicos, consignó AFP.
En sus páginas, Harry cuenta que fue “atacado” físicamente por Guillermo durante una discusión sobre su esposa -la exactriz estadounidense Meghan Markle- en 2019, además de que consumió cocaína a los 17 años y que mató a 25 personas durante sus misiones militares en Afganistán.
Diarios identificados con todo el arco político coincidieron hoy en fustigar las revelaciones del príncipe de 38 años, que en 2020 sacudió la monarquía cuando junto a Meghan dejó la institución para irse a vivir a Estados Unidos alegando una presión mediática y familiar insoportable.
“Nadie se escapa de la misión brutal de Harry de demoler a la familia”, tituló hoy el izquierdista Daily Mirror.
“Habiendo tomado la estúpida decisión de ‘hacer públicas’ sus desavenencias con la familia real, Harry estaba sin duda bajo una enorme presión (…) para escupir todo el veneno posible”, escribió el derechista Daily Mail.
Y The Sun subrayaba que aunque los británicos simpatizaron durante años con el conflictivo príncipe por el trauma de haber perdido a su madre, la princesa Diana, siendo niño en 1997, “ninguno puede justificar el camino destructivo y vengativo que ha elegido, arrojando a su propia familia debajo de un autobús por millones de dólares”.
Él afirma, simplemente, querer explicar su “verdad” de lo ocurrido, y por ejemplo da detalles del incidente con su hermano.
Fue una disputa en 2019 en Londres durante la cual Guillermo, ahora de 40 años, tildó a Meghan de “difícil”, “grosera” y “áspera”.
En ese punto, relata que lo zarandeó y lo tiró al suelo y esperaba que le devolviese el golpe y entablar una pelea.
También afirma que Carlos III hacía “sádicas” bromas sobre si era el “verdadero” padre de él, que creció entre rumores sobre su parecido con el mayor James Hewitt, amante de Diana.
Otros detalles sórdidos incluyen cómo perdió la virginidad con una mujer mayor en un campo detrás de un pub, su consumo de cocaína siendo adolescente, las 25 personas que mató durante sus misiones militares en Afganistán o la mujer, a la que se abstiene de llamar “medium”, que le permitió contactar con su difunta madre.
Asimismo, acusa a Guillermo y la esposa de este, Catalina, a quien Meghan atribuyó un “cerebro de bebé”, de haberle alentado cuando tenía 20 años a disfrazarse de nazi, provocando un grave escándalo.
En opinión Richard Fitzwilliams, experto sobre la familia real, “lo peor” del libro es “el modo en que se presenta a Guillermo”. “Alguien que traicionó su confianza (…) alguien que lo agredió realmente. No es un retrato muy halagador para un futuro rey”, subraya.
Ya en la serie documental “Harry & Meghan”, estrenada por Netflix en diciembre, Harry acusó al servicio de prensa de su hermano de la cobertura mediática negativa contra él y Meghan, debida en su opinión a que “robaban protagonismo” a otros miembros de la familia.
Aunque según fuentes citadas por The Sun Carlos III y Guillermo están tristes por estas acusaciones, el palacio de Buckingham no reaccionó.
“Por una parte, cuando algo no se desmiente, la gente empieza a creerlo”, afirma Fitzwilliams. “Por otra, la familia real tiene un verdadero problema: ¿cómo gestionar esta situación?”, agregó.
De momento, parece ya improbable que Harry y Meghan estén junto a la familia en la pomposa ceremonia de coronación del nuevo rey, prevista para el 6 de mayo en la Abadía de Westminster.
Fuente Télam